Sujeción, ¿dependencia innata?

Sobre “Mecanismos psíquicos del poder”: Teorías sobre la sujeción de la filósofa postestructuralista Judith Butler



El sujeto es inacabado, no existe como un producto final. “Hay que abandonar la perspectiva de un sujeto ya formado para poder dar cuenta de nuestro propio devenir” (Butler, 41). A partir de Foucault y en menor frecuencia de autores como Freud, Althusser, Hegel y Nietzsche, la autora desarrolla una tesis central: “La interiorización del poder en el sujeto”. Como una teoría de la psique (punto que critíca a Foucault), en el que el poder que aparece como externo, presiona al sujeto y lo subordinada.

Y como lo repite en seguidas ocasiones un poder marcado por la figura de “darse la vuelta”, es decir que funciona como opresor pero al mismo tiempo como potencia de ese individuo. Es una paradoja, una ambivalencia. “El sujeto sería la modalidad del poder que se vuelve contra sí mismo; el sujeto sería efecto del poder en repliegue” (Butler, 17).

Además, esta sumisión del sujeto es una sumisión obligatoria; es decir que es un medio de existir, una forma de supervivencia en donde subordinarme se convierte en una continuada posibilidad. “No existe la posibilidad de no amar cuando el amor está estrechamente ligado a las necesidades básicas de la vida”. Por otro lado el poder toma la forma de las normas que a su vez son también interiorizadas por el sujeto.

El sujeto nuevamente reitera el poder que lo interpela. Con las normas y las instituciones (que se señalan en el texto siguiente Postscriptum sobre las sociedades de control) que históricamente han integrado las sociedades soberanas, sociedades del encierro y ahora las sociedades de control, el individuo se forma y se “dividualiza”. Hay que puntualizar que el sujeto se somete a esa “interpelación” jugando con un prolongado sentimiento de culpa, pero yo ejerzo el poder, al tiempo que nace mi inconsciente.

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